10 personas fueron dadas de alta, cinco permanecen hospitalizadas, de las cuales dos se encuentran en estado grave.

Luego de la explosión que dejó 23 personas muertas, entre ellas seis menores de edad, en una sucursal de Waldos en Hermosillo, el Gobierno de Sonora ordenó el cierre temporal de todas las sucursales de la cadena en el estado.
“El día de ayer, en una comunicación que tuve con el dueño de la empresa, se le instruyó que cerraran cada una de las 68 instalaciones que existen en el estado de Sonora, para iniciar una revisión profunda del cumplimiento de las normas necesarias que garanticen la seguridad de la gente”, declaró Alfonso Salazar Razo durante una rueda de prensa.
Aunque aún no se ha determinado oficialmente la causa de la explosión, el fiscal de Sonora, Rómulo Salas Chávez, informó que podría estar relacionada con un transformador ubicado dentro de la tienda.
“Se está revisando toda la instalación, tanto en superficie como en la parte superior, ya que cuenta con paneles solares y convertidores eléctricos que transforman la energía solar en eléctrica y se conectan al suministro de la CFE. No se ha permitido la alteración de ningún equipo, aire acondicionado ni instalación del lugar”, explicó el fiscal.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) confirmó que el transformador era de uso privado y no formaba parte de su infraestructura.
Por su parte, el secretario de Salud de Sonora, José Alomía Zegarra, informó que 10 personas fueron dadas de alta, mientras que cinco permanecen hospitalizadas, de las cuales dos se encuentran en estado grave: un hombre de 81 años y una joven de 20 años.
La joven podría ser trasladada a otro país para recibir atención médica especializada por sus quemaduras, aunque esto dependerá de su familia y de su evolución médica.
Además, el Gobierno del Estado anunció que cubrirá al 100% los gastos médicos, funerarios y de apoyo a las familias afectadas.
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Mientras tanto, familiares y seres queridos de las víctimas acudieron al Servicio Médico Forense (Semefo) para el reconocimiento de los cuerpos. Para las 13:00 horas del domingo, quedaban dos personas sin identificar.
Entre las víctimas identificadas se encontraba Jhoana Hernández, una joven que trabajaba como cajera en la sucursal, quien fue reportada como desaparecida por sus familiares y posteriormente identificada como una de las personas fallecidas en el incidente.